El esplendor de la verdad
Para conocer tu fe y la Iglesia que Cristo fundó
Autoridad de la Iglesia

LA AUTORIDAD DE LA IGLESIA


         Vamos a hablar acerca de la autoridad de la Iglesia. Se podría pensar que ya hemos tratado con este tema en la primera charla en la que nos enfocamos en la autoridad del Papa. La diferencia es que ahora vamos a tratar el tema de la autoridad de la Iglesia en un sentido general.

Hay tanto que me gustaría compartir con ustedes, pero no hay suficiente tiempo para entrar en cada detalle. Es tan maravilloso ser Católico en estos tiempos. Vivimos en unos tiempos en los cuales estamos viendo el cumplimiento de las declaraciones del Concilio Vaticano II que tuvo lugar hace unos treinta años. A lo largo de toda la historia de la Iglesia han habido 21 concilios ecuménicos. Al final de cada concilio ecuménico podemos observar que siempre hay rebelión; nos encontramos con gente que se aparta de la Iglesia y que empiezan sus propias iglesias, que pueden durar un par de siglos o tal vez cinco; pero la Iglesia viene a fortalecerse más y más. Esto es exactamente lo que podemos ver ahora en relación al Concilio Vaticano II, después del cual hubo tiempos difíciles; pero ahora estamos experimentando un tiempo de renovación genuina. Gracias a Dios por el Papa Juan Pablo II, que es uno de los papas más grandes que hemos tenido. Es realmente fascinante ser Católico en estos tiempos, por eso quiero animarles a involucrarse en la vida de su parroquia, en apostolados y  ministerios diversos. Es fascinante, pero lo mejor está aún por venir. Estamos viendo cientos y cientos de  pastores protestantes que están viniendo a la Iglesia Católica. ¿Conocen el programa televisivo de la Madre Angélica que se llama “Journey Home” (El Viaje a Casa), de Marcos Grodi?  Este ministerio se centra mucho en pastores de otras denominaciones; y se están viendo literalmente cientos y cientos de ellos que están viniendo a la Iglesia Católica. !Es increíble!. Hace diez años, cuando yo me hice Católico, no había tantos, pero ahora está repitiéndose por todas partes. Los católicos están resucitando, estudiando las Sagradas Escrituras, etc. Es fascinante, pero lo mejor no lo hemos visto aún; vienen grandes cosas que vamos a presenciar.  El Santo Padre es muy optimista concerniente al próximo milenio. A pesar de todas las profecías sobre el fin del mundo que se están pronunciando, dando detalles y fechas… hablando del fin… Un predicador muy famoso, cuyo nombre no mencionaré, pero que ustedes reconocerían, predijo hace cinco años que el fin del mundo vendría antes del final de este siglo. Parece que ahora se está retractando de lo dicho, pero yo tengo grabadas en cinta sus declaraciones. En medio de todas esas profecías del fin, el Santo Padre está diciendo que el Espíritu Santo viene sobre nosotros para refrescarnos. Esto lo estamos viendo ya. Esto me recuerda de una historia: un hombre vino a una ciudad buscando trabajo. Así, pues, entró en un bar y preguntó “¿Tienen necesidad de trabajadores aquí? . El que estaba a cargo le contestó: “Si, necesitamos ayuda… Podría usted ser el encargado del bar?  El dijo “!Claro!”. El hombre obtuvo el empleo, el dueño le dijo lo que tenía que hacer, y le advirtió: “Todo va bien, quiero que trabaje aquí… Pero tenga cuidado, porque cuando esté aquí los grandes Jimmis vendrán a la ciudad… Déjelo todo, cuando esto ocurra, y corra… Huya lejos… corra para salvar su vida.” El hombre dijo: “!Está bien! Parece extraño, pero está bien… si viene un tipo de estos haré lo que usted dice”. El hombre comenzó a trabajar allí y todo iba bien, hasta que un día él miró por las ventanas de la taberna, y vio a un hombre enorme cabalgando en su caballo - era tan grande que su caballo parecía un perro debajo de él - Este hombre gigantesco usaba una serpiente de cascabel que utilizaba como látigo. Bajó del caballo, lo ató, entró levantando las puertas del bar, y las sacó de las bisagras, tirándolas a los lados. Tomó su serpiente de cascabel y la tiró con fuerza sobre una esquina, y la dijo “!Quieta ahí!”, y la serpiente se quedó quieta sin moverse. Tenía unos brazos musculosos y enormes. Se acercó a la barra, y dijo al hombre: “!Dame un trago!”, golpeado su brazo contra ésta de forma que  la partió en dos. La gente alrededor huyeron corriendo para salvar sus vidas. El hombre se decía a sí mismo: “Dios mío… Esto es de lo que hablaba el dueño…”. Era demasiado tarde para salir corriendo; no podía ni moverse de miedo; temblando de pánico le preguntó “¿Qué desea beber, el señor?. !!! Dame wisky !!!, dijo el gigante. El encargado le echó la bebida en una jarra grande temblando, y después le dijo “¿hay algo más que puedo servirle? El gigante le dijo: “No. Tengo que beberme esto rápido, porque los jimmys están a punto de llegar.”  O sea, que si pensaba que aquel era uno de esos temibles jimmys, estaba equivocado… Los jimmys serían mucho más grandes y temibles.

Esto es lo que creo que estamos viviendo, en relación con la Iglesia. Estamos viviendo una renovación genuina, pero no hemos visto nada todavía comparado con lo que nos espera. Vamos a ver grandes cosas. Los grandes jimmies están aún por venir.

 

          Mateo 18:15-18 dice: “Si tu hermano ha pecado contra tí, vete a hablar con él a solas para reprochárselo. Si te escucha, has ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma contigo  una o dos personas más, de modo que el caso se decida por la palabra de dos o tres testigos. Si se niega a escucharlos, informa a la asamblea. Si tampoco escucha a la iglesia, considéralo como un pagano o un publicano.” - Estas últimas palabras son muy fuertes, pues nos hablan de la excomunión. Después dice estas palabras que nos recuerdan a lo mencionado en Mateo 16:19, cuando Jesús dio la autoridad de las llaves a Pedro. ¿Recuerdan? “Todo lo que ataréis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatareis en la tierra será desatado en el cielo”. En base a esto, hay aquellos que dicen que Pedro no recibió ningún tipo de autoridad única, pues, en el mencionado pasaje, vemos que todos los apóstoles reciben la misma autoridad de atar y desatar. ¿Han oído ese argumento? ¿Cuál es la diferencia entre ambos pasajes? La respuesta es: la ausencia de las llaves. Las llaves no fueron dadas a los otros apóstoles. Jesús dio las llaves del reino únicamente a Pedro. Esto es lo que dice la Escritura. Sin embargo, en el segundo pasaje, que estamos analizando, Jesús da una autoridad similar al conjunto de los apóstoles, estado presente Pedro… Esto es muy importante que recordemos. El conjunto de los apóstoles deberían ejercitar sus dones y autoridad en unión con Pedro. El Concilio Vaticano I declaró infaliblemente en el año 1870 que Pedro y sus sucesores, los obispos de Roma, hablan como un hombre aparte del conseso de los otros. Pedro no necesita votar, sino que el habla con autoridad,“Así dice el Señor”, y esa es la palabra de Dios. Sí, los otros apóstoles tienen una autoridad similar de atar y desatar, pero ellos tienen tal autoridad en unión a Pedro, pero Pedro tiene autoridad en sí mismo. A él solamente le fueron entregadas las llaves del Reino.

He aquí una historia. Hace unos años estaba argumentando en un debate con un pastor evangélico. En medio del debate yo mencioné este texto, y el pastor dijo “Bueno, este texto de Mateo que Tim ha mencionado con la intención de demostrar la validez de una iglesia autoritaria en la tierra, está siendo mal utilizado, porque este texto no trata de asuntos doctrinales, sino de asuntos como por ejemplo cuando alguien te da un golpe en el coche. De eso trata este texto.” No; yo no iba a burlarme de nadie, pero estaba deseando subir a la plataforma. La idea de este pastor era que en asuntos de doctrina la Biblia tiene la última palabra, no la iglesia. El problema con esta interpretación es, que el texto no está diciendo eso. Incluso si creemos en Sola Scriptura (la Biblia como la única fuente de autoridad en cuestiones de doctrina y moral), esto no se puede tomar así. Cuando subí a la plataforma dije, sin ánimo de ofender, “Primeramente yo no veo que el texto mencione eso de chocar con el coche del hermano… ¿dónde está eso? Pero lo más importante: el contexto del pasaje es tan claro. No estamos tratando con asuntos personales como coche mencionado, sino con asuntos de importancia eterna. Estamos tratando con un tema de salvación o condenación en Mateo 18. En 18:4 dice “Todo el que se humillare, como este niño, será el mayor en el Reino de los Cielos”. Hablaremos en otras charlas sobre esto, pero quiero decir que la doctrina de Sola Scriptura junto con Justificación por fe sola son dos de las doctrinas más dañinas que existen. La justificación por la sola fe ofrece a la gente una falsa seguridad… ¿para qué ir a confesión? Sabemos que vamos al cielo de todos modos. Se puede vivir en pecado, caer en “pecaditos” como la fornicación, adulterio… pero estamos justificados!!!  Vamos al cielo!!!  ¿Qué necesidad hay de confesar y ser limpio del pecado antes de morir?. Por otro lado, la doctrina de Sola Scriptura lleva a la persona al orgullo, es tan sutil. Claro que no estoy diciendo que todos los protestantes que creen en Sola Scriptura son orgullosos. Eso no es lo que quiero decir. Sabemos, como enseña la Iglesia Católica, que hay posibilidad de salvación para ellos. Sin embargo, eso no quita que estas doctrinas sean errores serios, y lo digo por experiencia. Cuando uno viene a recibir la Eucaristía uno somete su intelecto y su voluntad a absolutamente todo lo que la Iglesia Católica enseña que ha sido revelado por Dios. Hay que decir, aunque no lo comprendamos todo, “me someto… El santo padre sabe más que yo”. Como ex pastor puedo decirles que  la doctrina de Sola Scriptura hace que no podamos venir con tal humildad y sumisión a la iglesia. Por ejemplo, veamos en Hebreos 13 “Recuerden a sus dirigentes quienes les han hablado la palabra de Dios. Sigan su fe.” Esto yo no podía hacer cuando era protestante. Cuando uno cree en Sola Scriptura uno tiene que escoger la iglesia que le gusta, aquella que está de acuerdo con usted”. ¿Cuál es la autoridad? La Biblia, solamente!!!,  “pastor, pero yo no estoy de acuerdo con usted en tal o cual interpretación de la Escritura. Podemos mencionar a Martín Lutero, Calvino, Wesley… “estoy de acuerdo en esto, pero en lo otro te has equivocado, Wesley…”, etc. Si no estás de acuerdo con ninguna iglesia en un cien por cien, puedes empeazar tu propia iglesia. Esto es lo que ha estado ocurriendo por 460 años, 26,000 veces… 26,000 denominaciones enseñando miles de doctrinas diferentes. Hay tal confusión por esto!!!. Como Católicos tenemos la plenitud de la verdad, lo que dice en Efesio 4:5: “un Señor, una fe, un bautismo…”, lo hemos tenido por 2,000 años. Nunca ha habido cambio en la doctrina, los dogmas, de la Iglesia Católica. Y desafío a cualquier pastor protestante que me muestre si esto no es así, pues yo también buscaba estas inconsistencias en la Iglesia Católica cuando yo era protestante. Que alguno me muestre tales inconsistencias… que miren lo que los diferentes papas han enseñado… La incríble es que uno tiene que ir atrás en el tiempo unos 1.300 años para encontrar uno solo que es algo dudoso… Eso dice algo, amigos. Yo no podía someter mi intelecto ni mi voluntad… Uno de los grandes problemas de hoy en la Iglesia es que muchos católicos participan de la Eucharistía sin haber sometido su intelecto ni su voluntad a la autoridad y al magisterio de la Iglesia, y, así, están cometiendo un sacrilegio. !Están viviendo una mentira! Cuando recibimos la Eucaristía estamos diciendo que creemos en todo… no 99% de lo que enseña la iglesia. Tomas Aquino dijo “Uno puede estar de acuerdo con 99 %, o con 100 % de lo que enseña la Iglesia, y aún así, no ser católico”. ¿Por qué?  Porque es sólo una coincidencia el hecho de que uno este de acuerdo con la enseñanza de la iglesia. Lo que hace uno católico es la sumisión a la enseñanza de la Iglesia, tanto si la comprede como si no, lo cual requiere fe. Esa es la fe de los apóstoles en Juan 6, cuando Jesús dijo “a menos que comáis la carne del Hijo del Hombre, y bebáis su sangre no tenéis vida en vosotros”. Los que escuchaban dirían “este hombre está fuera de sí” - Recordemos que está hablando a la multitud - Ellos le preguntaron “Señor, ¿cómo puedes darnos a comer tu carne…? Y él no evadió la respuesta, él siguió diciendo “Tienen que comer mi carne, y beber mi sangre…”. Jesús sabía que esto era difícil de comprender y recibir.

¿Y qué cuando la iglesia dice que no se deben usar los anticonceptivos en medio de una cultura de muerte, con una mentalidad en contra de la vida?

La palabra anticonceptivo, significa eso: en contra de la concepción, en contra de la vida. Por supuesto que esta enseñanza no es popular en nuestra cultura, pero el Santo Padre permanece inamovible en su posición a favor de la vida. ¿Qué diremos en respuesta? ¿Vamos a estar con la mayoría diciendo “este hombre está fuera de sí”?  “Quién es este obispo de Roma para enseñar eso!”, “Después de todo es un soltero… él no sabe lo que dice… cómo se atreve a meterse en mi dormitorio!!!”. Esos son comentarios que se oyen. Nosotros debemos, si queremos ser autenticamente católicos, someternos a la autoridad docente y al magisterio de la Iglesia. Hebreos 13: “recuerden sus dirigentes que les predicaron la palabra de Dios, sigan su fe.”. No dice, busca la iglesia con la que tú estés de acuerdo. Hay sólo una Iglesia, y esa es la Iglesia que debemos obedecer, y debemos obedecer a esos obispos. Pero, miren el siguiente versículo, donde dice: “Considerando el resultado de su conducta e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayder, hoy y por los siglos”. Por esta razón podemos seguir a los obispos verdaderos de la iglesia verdadera, porque son infalibles. Jesucristo no cambia. No va a cambiar en cuanto a los anticonceptivos, o la ordenación de mujeres o cualquier doctrina relacionada con la fe. Eso es lo más difícil de hacer. Yo había estudiado como Protestante en una universidad Biblica, estudié greigo, latin y demás, y, aún así yo no sabía nada como debía saberlo. Comparado con 2000 años de tradición católica, los grandes santos, los escritos de los Padres de la Iglesia, los cuales saben tanto mejor… Santo Tomás de Aquino, y tantos que podríamos mencionar; no podemos ni tocar por encima lo que estos hombre de fe sabían. Y los concilios de la iglesia, y la sabiduría de la Iglesia a través de los siglos. Que humillante fue para mí cuando comencé a ver verdaderamente lo que era esta Iglesia tan maravillosa y sabia. Al principio me intimidaba, y no deseaba que fuese verdad, pero finalmente reconocí que yo no era nada, que era solo un niño, y sometí mi intelecto… Hay tanta libertad en tal acto. Nuestro intelecto no es lo más importante. Sola Scriptura hace que nuestro intelecto sea tan importante. Aún cuando podamos decir “No, no, no!!! Es el Espíritu Santo que me guía a toda la verdad”. I Juan 2:27 “No necesitamos que nadie nos enseñe, sino que el Espíritu Santo nos guía a toda la verdad”. “No necesitamos a nadie…”. Pero… ¿es eso lo que ese texto está enseñando? Claro que no!!!. En Hechos 15:28 en el primer concilio de la Iglesia… “Ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no cargaros con ninguna de estas cosas innecesarias”. Se trata del Espíritu Santo hablando a través de la jerarquía de la Iglesia. Y no está en contradición con 1 Juan 2:27. El Espíritu Santo habla a través de autoridad legítima. En Hebreos 13:17 “Obedezcan a sus dirigentes . Estén sujetos a ellos” La palabra en griego para “estar sujetos” es “hupeikete”, que está en el imperativo. Es la misma palabra usada en Efesios 5 hablando de los hijos, los cuales deben estar sujetos a sus padres. “Pero si somos Americanos… No nos sometemos a nadie…” Según este texto debemos someternos. Volvamos a Mateo 18. Este es el contexto en el que Jesús trata con este tema de autoridad y sumisión a la Iglesia… La autoridad de Pedro, los apóstoles y sus sucesores, los obispos. “Cualquiera que se humillare como este niño será el más grande en el Reino de los Cielos”. Miremos el vrs. 6 “Pero el que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, mas le valiera al tal que una piedra de molino le fuera atada a su cuello y ser arrojado al fondo del mar”. ¿Suena esto a asuntos interpersonales sin mayor importancia como chocar con el coche de un hermano? Debemos tener cuidado. Yo conduje a muchos fuera de la Iglesia Católica cuando no era católico. Tendré que hacer penitencia por ello el resto de mi vida. Mayormente lo hice por ignorancia. Yo les desafío, antes de que ustedes guíen a una sola persona fuera de la Iglesia Católica, deben tomar en serio las palabras del Señor. “Ay del mundo por sus tropiezos, porque deben haber tropiezos, los cuales vendrán, pero ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo”. Vrs. 8-9 “si tu mano o tu pie te son motivo de tropiezo córtatelos… Es mejor que entres en la vida eterna cojo o manco que teniendo dos manos y dos pies ser echado en el fuero eterno… “si tu ojo te escandaliza, sácatelo…” ¿Creen ustedes que Jesús dijo estas cosas en sentido literal?… al decir que debemos cortarnos la mano, el pie, etc.? Yo creo que sí. Les explicaré porqué. Todo el contexto de Mateo 14 al 18 es la transferencia de autoridad de la jerarquía del Antiguo Testamento a la jerarquía del Nuevo Testamento… Y esto es serio… Y esto es lo que Cristo está haciendo. Y en este contexto, de comunicar este mensaje de la autoridad de la Iglesia, dice lo mencionado de la necesidad de cortar los miembros que son tropiezo… Creo que significa exactamente lo que dice en sentido literal!!! Si mi mano me está causando tropiezo, si va a ser la causa de que vaya al infierno, debo cortarla. ¿No creen que verdaderamente es mejor ir al cielo sin un miembro que siendo completo ir al infierno? Claro… En definitiva no es la mano o el pie lo que nos hace tropezar, sino el corazón. En Mateo 15 Jesús dice “No es no que entra en la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de su boca, pues procede del corazón, eso contamina al hombre”. Lo que Jesús hace es utilizar los términos más fuertes que se pueden usar para transmitirnos la seriedad de lo que está a punto de enseñar acerca de la iglesia. En vrs. 11 se dice “El Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que se había perdido”, y entonces les muestra su corazón “Si un hombre tiene cien ovejas y una se le extravía… ¿no dejará las 99, e irá en búsqueda de la perdida? Primero muestra la seriedad del pecado, pero luego muestra su corazón pastoral… Así es como se dirije, ahora, a Mateo 18. Claro que aquí está hablando de asuntos eternos… Entonces es cuando dice “si tu hermano peca contra ti, ve y reprendele… Si te oye has ganado a tu hermano, si no te oye, llama a dos o tres contigo… Si no oye… Dilo a la Iglesia… Sino escucha a la Iglesia, tenle por pagano y publicano” La iglesia tiene la última palabra, tiene la autoridad.

Mt. 18: 19’20, Jesús dice “cuando dos o tres están reunidos en mi nombre allí estoy en medio de ellos”. Muchos usan este texto para demostrar que la iglesia está constituida cuando dos o tres se reunen en nombre de Cristo. Se acusa a los católicos estar enfrascados en su jerarquía. Si, cuando dos o tres están reunidos en su nombre… pero si dos o tres están es desacuerdo… ¿qué deben hacer? Deben ir a la Iglesia, y la Iglesia tiene la última palabra… Esto es jerarquía. Según el Nuevo Testmento la Iglesia es jerárquica que habla con la autoridad de Cristo, no con opiniones humanas, sino con la autoridad de jesucristo. Esto significa que es infalible. Es tan fascinante el ser católico!!!

Yo recuerdo hace unos años, después de haberme convertido - no llevaba mucho tiempo como católico - me involucré en mi iglesia local, yo tenía un sacerdote que era muy santo, que ya partió con el Señor a recibir su recompensa. Solíamos juntarnos en un grupo pequeño. El compartía una meditación, orabamos juntos e ibamos después a comer fuera. Una noche estamos comiendo en un restaurante, y un camarero se acercó a nosotros y, antes de que él dijera nada, yo sabía que era un evangélico. El tema salió y comenzamos a hablar del papado y otros temas. El preguntó “si es cierto lo que dice ¿por qué no lo vemos en el libro de los Hechos?. Los líderes en el libro de los Hechos son Pablo y Santiago, no Pedro.” Yo dije “Si?,” Tres horas después estábamos en su casa con su esposa, mi hermano, otro convertido y yo. Terminamos como a la 1 o 1:30 de la madrugada. Su esposa me dijo “Quiero darles las gracias por destruir todo en lo que creíamos”. Me sentí mal, pues pensé que nos habíamos pasado un poco para ser la primera noche allí. Pero fuimos de nuevo a su casa en otra ocasión. Ya después no nos invitaron a que volviésemos. Debemos orar que Dios nos dé prudencia, sabiduría y compasión al compartir. No tenemos que compartirlo todo en una noche. Eso suele ser mi tendencia. He grabado una serie de cintas donde trato con el tema del papado en el libro de los Hechos. Allí comparto más en detalle todo lo referente a este tema. La primacía de Pedro es tan clara en el libro de los Hechos… Cuando leo Hechos ahora digo “Dios mío, ¿cómo es que no veía esto antes? Debemos recordar que la Escritura en sí misma no fue el medio que Dios eligió para comunicar su vida y su amor al mundo. Ese medio somos nosotros, usted y yo. Usted y yo, como miembros de la Iglesia, que tomamos la Escritura y la Tradición interpretadas con la autoridad del magisterio.

Hoy escuché en la radio a un evangelísta y apologeta muy famoso que tiene un programa muy popular, de hecho yo estuve allí en un par de ocasiones. El dijo que la Iglesia Católica enseña que el Magisterio está por encima de la Sagrada Escritura y la Tradición, de forma que este tiene mayor autoridad que las mismas Escrituras. Claro, que tal declaración no es cierta. Incluso entre los eruditos hay tantos malentendidos sobre lo que enseña la Iglesia. Los escritos del concilio Vaticano II lo dicen claramente, que la revelación viene a nosotros a través de las Escrituras y la Tradición; el Magisterio es el siervo de las Sagradas Escrituras, no una revelación distinta. La Revelación cesó al final del primer siglo. El Magisterio es un siervo de las dos fuentes de la única Revelación de Dios que viene a nosotros por medio de las Escrituras y la Tradición.

2-B

         En el libro de los Hechos vemos que surgió una gran herejía, la cual era de gran dificultad para la iglesia. Miren lo que ocurrió. El problema surgió en Antioquía. En Hechos 15:1-2. “Llegaron algunos de Judea que aleccionaban a los hermanos con estas palabras: Ustedes no pueden salvarse, a no ser que se circunciden como lo manda Moisés.”. Esto ocasionó bastante perturbación, así como discusiones muy violentas de Pablo y Bernabé con ellos. Al fin se decidió que Pablo y Bernabé junto con algunos de ellos subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los apóstoles y los presbíteros.”. ¿En qué consistía esta herejía? Enseñaban que no es suficiente creer en Jesús y sus enseñanzas, sino que además era necesario guardar la ley del Antiguo Testamento, ser circuncidado, etc. para ser cristiano. Hebreos 7:11 dice que la ley levítica no está en vigencia, pues es cumplida en Cristo. Estos judaizantes decían: “ustedes tienen que circuncidarse para ser salvos”. ¿Qué hicieron cuando surgió esta herejía? El primer paso sería que exhortarían  personalmente a los que estaban enseñando esta herejía, pero no escucharían. El siguiente paso: llamaron a Pablo y Bernabé (recordemos Mt.18:15’17). Estos no pudieron solucionar el problema. Se trataba de una herejía muy seria. Pablo no pudo solucionar la situación. Entonces fueron a Jerusalén a los apóstoles y ancianos para considerar este asunto. Siguieron el consejo de Mt. 18:15-17. La Iglesia Católica ha seguido este consejo por 2000 años. Esta es la única Iglesia en este planeta que puede decir eso. A veces la iglesia toma mucho tiempo; a veces los problemas no se solucionan todo lo rápido que nosotros deseariamos. Nosotros con frecuencia no entendemos porqué la iglesia tarda tanto en resolver problemas, pero lo cierto es que la Iglesia trata con cada uno de ellos. Allí en Jerusalén tuvieron el primer concilio. Muchos otros coincilios han tomado lugar desde entonces. 15:6 dice: Entonces los apóstoles y los presbíteros se reunieron para tratar este asunto. Después de una acalorada discusión, Pedro se puso en pie…” Fijense en el liderazgo de Pedro reflejado aquí. Con frecuencia se dice que Pablo era el lider de la Iglesia primitiva. Ya dijimos antes que él no pudo solucionar el problema de esta herejía. El era un líder, pero no el líder. Muchos dicen que Santiago era la cabeza en ese primer concilio en Jerusalén. Escuchen lo que ocurrió… Veamos si esto es cierto o no. Pedro se puso en pie y dijo: Hermanos: ustedes saben cómo Dios intervino en medio de ustedes ya en los primeros días, cuando quiso que los paganos escucharan de mi boca el anuncio del Evangelio y abrazaran la fe.”, está refiriendose a Hechos 10-11 donde Dios manda a Pedro a proclamar el mensaje del evangelio a los gentiles y a dirigir a toda la iglesia para que permitiesen a los gentiles ser parte de ella. Y se declara que es por gracia, solo por gracia… La Iglesia católica enseña esto, que somos justificados por gracia… Es completamente por la gracia de Dios, incluyendo nuestra cooperación con dicha gracia, que es en sí mismo un don de gracia, pero eso no quita el que debamos escoger el cooperar con la gracia. II Cor. 6:1 “Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que  no recibáis en vano la gracia de Dios”. Debemos continuar cooperando con la gracia de Dios.

Pedro siguió diciendo: “…Y Dios, que conoce los corazones, se declaró a favor de ellos, al comunicarles el Espíritu Santo igual que a nosotros.” Vayamos al vrs. 10 “Quieren ustedes mandar a Dios ahora? ¿Por qué quieren poner sobre el cuello de los discipulos un yugo que nuestros padres no fueron capaces de soportar ni tampoco nosotros? Según nuestra fe, la gracia del Señor Jesús es la que nos salva, del mismo modo que a ellos.” Y ahora imaginense a Pedro de pie enfrente de este gran grupo diciendo estas palabras… Y fíjense lo que ocurrió en el versículo 12: “Toda la asamblea guardó silencio.” !Qué milagro! Cuando Pedro habló el asunto estaba terminado, y no se volvería a plantear más… Nunca más. En Hechos 11:18 podemos ver algo silimar, cuando Pedro habló acerca de los gentiles… ¿Recuerdan cuando Dios dio a Pedro una visión? Un lienzo bajó del cielo con toda clase de cuadrúpedos y animales impuros… Y Dios dijo a Pedro “mata y come”. Y Pedro dijo “No, señor”. Pueden ustedes imaginar si Dios les pide algo, y ustedes responden “No, Señor!”. El dijo “No, Señor… Nunca ha entrado en mi boca cosa impura…”  Dios tuvo que mostrarle la visión tres veces. Finalmente Pedro dice “Vale, Señor… pero tienes que darme poder para convencer a los demás”. En Hechos 11 Pedro va a ellos, y después de declararles lo que Dios había hecho, en vrs. 18 dice el texto: “Cuando oyeron esto se tranquilizaron y alabaron a Dios diciendo: También a los que no son judíos les ha dado Dios la conversión que lleva a la vida.” Pedro habló, y así el asunto quedó terminado y resuelto. Ahora, bien, cuando leo este pasaje no puedo evitar el pensar que una y otra vez a través de la historia de la iglesia vemos esto repetidamente, la misma frase. Siempre recuerdo el Concilio de Calcedonia, en 451 d.c., cuando la herejía en esta ocasión era la herejía monofisista. Los monofisistas enseñaban que en Cristo sólo había una naturaleza, la divina. Euticus era un hereje que decía que la humanidad de Jesús fue absorbida por su divinidad como una gota de agua en el oceano. Se trató con este problema. Pero fíjense cómo se trato. El papa León el Grande, quien era demasiado anciano para realizar el viaje, declaró que en Cristo hay una persona con dos naturalezas, una divina y otra humana. Después de oir el decreto del papa en el año 451 los padres del concilio se levantaron con gozo, y dijeron: Pedro ha hablado realmente; el asunto está terminado”. Y se terminó. A pesar de todo, hubo algunos que empezaron su iglesia Monofisista; como suele ocurrir, hubo insumisión, y esta herejía continuó propagándose. 

Sigamos adelante en Hechos 15 “Toda la asamblea gardó silencio y escucharon a Bernabé y a Pablo, que contaron las señales milagrosas y prodigios que Dios había realizado entre los paganos a través de ellos. Cuando terminaron de hablar, Santiago tomó la palabra y dijo: Hermanos, escúchenme…” En esto se basan los protestantes para decir que Santiago era líder en aquella iglesia. Santiago se levantó y declaró los detalles de cómo iban a tratar con el problema. Pero lo que no consideran con atención son las primeras palabras que salen de la boca de Santiago. Cuando él se levantó para hablar en vrs. 14, las primeras dos palabras que él dijo fueron: “Sumeon exegesato”, que significa “Simón ha declarado”. “exegesato” es una palabra llena de significado. Es la misma utilizada en Juan 1:18, donde Juan dice “Nadie ha visto a Dios jamás, pero Dios-Hijo único nos lo dio a conocer; él está en el seno del Padre y nos lo dio a conocer.” Esa última frase “lo dio a conocer” es la traducción de “exegesato”, que significa declarar algo, de ahí viene la palabra “exégesis”, signfica “extraer” en un sentido de autoridad, refiriendose a una verdad está oculta en un texto. Así, pues, Santiago dice “Pedro ha declarado (con autoridad)”. Lo mismo sucedió con el papá León en aquel concilio de Calcedonia, y con Juan Pablo II en 1994 sobre el tema de la ordenación de las mujeres. Pedro ha hablado (con autoridad). Cuando lo aceptamos somos liberados de cualquier pregunta o duda… aun cuando la gente pone pegas, y pregunta dudando sobre tal declaración del papa. Pero hay verdadera liberación cuando el santo padre declara una verdad, y el asunto queda termanado.

El texto sigue diciendo: “Simón acaba de recordar cómo Dios, desde el primer momento, intervino para formarse con gentes paganas un pueblo a su Nombre”, y Santiago repite basicamente lo dicho por Pedro, después él dio su opinión. En vrs. 19 dice “Por esto pienso que no debemos complicar la vida de los paganos que se convierten a Dios. Digámosles en nuestra carta tan sólo que se abstengan de lo que es impuro por haber sido ofrecido a los ídolos, de las relaciones sexuales prohibidas, de la carne de animales sin sangrar y de comer sangre.” Esto último era una concesión para con los judíos para que hubiera paz entre los hermanos. Estos cuatro decretos son muy importantes: Abstenerse de carne que es ofrecida a los ídolos. Como dijo san Pablo, comer carne ofrecida a ídolos no significa nada en si mismo, sin embargo esto era algo muy importante para los judíos… Ellos no podían hacer esto. En el mercado de aquel tiempo en las ciudades paganas la mayoría de la carne que se compraba había sido ofrecida a los ídolos. Era una ley difícil de cumplir. No era nada fácil. Los gentiles no entenderían la importancia de ello… dirían “qué pasa que no podemos comer carne ahora… tendremos que tener nuestras propias vacas?”. Era importante no ser tropiezo al hermano, como también enseña san Pablo.

Asimismo era importante no comer la sangre de animales sin sangrar.  ¿Por qué?  Porque los judíos creían que la sangre era sagrada.

La inmoralidad sexual era una práctica corriente entre los gentiles. La fornicación, el adulterio, la poligamia y el incesto estaban muy extendidos. Este decreto debería ser guardado por la iglesia siempre, pues se trata de un asunto moral y de fe. Los otros tres decretos pasarían con el tiempo, pues eran asuntos de disciplina.

Estos decretos eran muy difíciles de aceptar para los gentiles. Los judíos tenían que dejar muchas cosas para ser cristianos, tuvieron que cambiar muchas cosas, y así, también, los gentiles.

Debemos tener en cuenta que el hecho de que había tres decretos que no eran dogmáticos permanentes, no significaba que no fueran importantes. Algunos podrían decir “se trata sólo de asuntos de disciplina; no tienen importancia; no es obligatorio guardarlos”.  Eso puede ocurrir después de cualquier concilio. Hay quien diría “No es necesario guardar los decretos del Concilio Vaticano II; sólo era un concilio pastoral”. Pero debemos recordar que todos los concilios son dogmáticos y pastorales, y debemos obedecer todo lo que dicen, no sólo parte… No tenemos derecho a escoger lo que obedeceremos y lo que no. En el concilio de Jerusalen, aun cuando tres de los decretos no eran dogmas, no significa que no hubera que respetarlos y obedederlos.

Miren lo que ocurre en Hechos 15:28. Me gustaría que se fijaran en la diferencia entre Santiago y Pedro. Cuando Pedro habló ¿qué pasó? Todos se callaron, y el asunto estaba terminado. Cuando habló Santiago… ¿qué pasó? Vrs. 22 “Entonces los apóstoles y los presbíteros, de acuerdo con toda la iglesia, decidieron elegir algunos hombres de entre ellos para enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Fueron elegidos Judas, llamado Barsabás, y Silas, ambos dirigentes entre los hermanos. Debían entregar la siguiente carta:…” Cuando Santiago habla todos los hermanos tienen que estar de acuerdo… todos juntos escriben y hablan en el plural “nosotros”. Cuando Pedro habla no dice “nosotros”, sino “yo”… “Yo declaro…” y el asunto queda terminado. Cuando Santiago habla se usa “nosotros”. ¿Por qué? Porque Pedro tiene una autoridad única dada por Jesús en Mateo 16. En Mt. 18 todos los apóstoles tienen una autoridad colectiva. Aquí lo vemos en la práctica. Miremos Hechos 15:28 “Fue el parecer del Espíritu Santo y el nuestro no imponerles ninguna otra carga fuera de las indispensables:” Y menciona esos cuatro decretos… y en vrs. 31 dice “cuando la leyeron, todos se alegraron con aquel mensaje de aliento”. Este asunto había sido una amenaza para la unidad de la iglesia. Cuando oyeron la palabra de Dios a través de la iglesia, ellos se regocijaron… ¿por qué? Porque ellos sometieron su intelecto y su voluntad a las enseñanzas de las enseñanzas de la iglesia; y qué libertad más grande experimentaron. Qué peso se quitaron de encima. El asunto estaba concluído.

         Después de cada concilio, siempre hay los que no aceptan las decisiones tomadas allí, y se apartan de la Iglesia. Esto sucedió con Nicolás, líder de la conocida herejía de los nicolaítas. Sabemos por san Ireneo que era uno de los líderes que trajo gran dificultad por este motivo. Si vamos a Hechos 6 podemos ver la lista de los primeros diáconos.  Nicolás es el último que se menciona allí, y se dice que era un prosélito de Antioquía. El orden de lista es interesante. A Nicolás se le menciona el último entre los diáconos. Recordemos que a Pedro siempre se le suele mencionar el primero entre los apóstoles… Y el último es Judas, el traidor.  Nicolás, el último de la lista, se desvió de las enseñanzas de la Iglesia.  El y sus seguidores no acataron las decisiones del concilio de Jerusalén, y continuaron enseñando sus doctrinas.

En Apoc. 2:14-15, se dice que los nicolaítas comían carne sacrificada a los ídolos, y practicaban inmoralidad sexual. En Apoc. 2:6 Jesús dijo que él aborrecía las obras de los nicolaítas. Así, pues, a Jesús le importaba mucho la enseñanza de su iglesia, las resoluciones del concilio de Jerusalen.

 El Vaticano II hizo muy claro, y nuestro Nuevo Catecismo también lo dice, que cuando la iglesia enseña, incluso cuando no habla excatedra, tenemos que obedecer. Lucas 10:16 “Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí; quien les rechaza a ustedes, me rechaza a mí”. Fijémonos en la importancia de ésto, incluyendo los asuntos de disciplina. Los católicos no somos libres para ir en contra de las enseñanzas y disciplinas de la iglesia, aunque no nos gusten. Debemos someter nuestro intelecto y voluntad. Si pudiéramos dar este mensaje y demostrarlo en nuestro modo de vivir, haríamos entender a la gente que en la obediencia encontramos libertad, una libertad que el mundo no comprende,  una libertad que muchas iglesias no comprenden. Obediencia y sumisión proporcionan la libertad, siendo como niños, como los de Antioquía que se regocijaron en la consolación de que cuando la iglesia habló el asunto estaba resuelto y terminado.

         Hace un par de años enseñé en una universidad (UCI), donde alguien me preguntó lo que yo pensaba sobre la pena de muerte. Yo mencioné a algunos padres de la Iglesia. Por cierto, hay algunos padres de la iglesia y papas que están en contra de la pena de muerte. Objetivamente hablando la pena de muerte es permisible, no es inmoral. Sin embargo, no es lo ideal, no es el deseo ideal de Dios. A veces es necesario. Yo me inclené a favor de la pena de muerte en ciertos casos delante de esos estudiantes. Como una semana después salió publicada la encíclica sobre la vida, del Papa Juan Pablo II. En ella el papa dijo enfaticamente que en ningún lugar del mundo la pena de muerte debería de implementarse. El usó textos de la Escritura que nunca había imaginado que se pudieran aplicar en lo referente a este tema… Volviendo a la historia de  Caín y Abel… Después de que Caín mató a Abel… ¿qué hizo Dios?  Cuando Caín dijo “me matarán”, Dios dijo “pondré una marca en ti, y nadie te matará”. Aquí vemos que la pena de muerte no es lo ideal a los ojos de Dios. Sin embargo, cuando los pecados sobreabundan y se produce un caos, a veces llega a ser necesario. Sin embargo el santo padre lo hace claro que esto no es lo ideal a los ojos de Dios. A la semana siguiente tuve que humillarme delante de aquellos estudiantes de la universidad, y les dije: “el santo padre me ha corregido”. Pero hay tanta libertad en ese acto. Y esto vino a ser una gran lección para esos estudiantes; pude enseñarles de manera práctica que debemos escuchar humildemente las enseñanzas de la Iglesia, sometiéndonos a ella.

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